viernes, 6 de noviembre de 2009

...carretera....

Domingo, día de descanso, día de dioses y fútbol, de la vuelta. Recorriendo el camino que une dos puntos, docenas de pensamientos acuden a la mente, cuanto más recorres ese camino, cuantas más veces haces y deshaces esa delgada línea de asfalto, más profundas y en ocasiones más trágicas se vuelven dichas reflexiones. El sentido es importante, esencial. En la ida a uno le consume la intranquilidad, las ganas de llegar. Los adelantados viajan felices, el vehículo se comporta a las mil maravillas y avanzas sobre el horario previsto, uno se permite un cumplido a la camarera por el cortado y no se sienten ni los grillos ni el hecho de que el sol se este poniendo donde se encuentra tu destino, pues viajo a su encuentro. El domingo es siempre muy diferente, las caras dejan de ser amables y el coche deja de ser esa maquina perfectamente engranada de hace tan solo tres días, la oscuridad de la noche viene a tu encuentro. A menudo se dice que uno no ha de crearse demasiadas expectativas, que no debe ponerse metas muy altas…no estoy de acuerdo, las expectativas y metas acerca de ciertas cosas nos son dadas por las circunstancias.


No me había vuelto a marcar ninguna expectativa acerca de ella, sin embargo desde hacía unos días rondaba mis cavilaciones diarias, concretamente desde “ahora mismo a un 95% de ir este fin de semana”. Uno espera verla, fugazmente bastara, piensas. Llegado el momento, no basta. Inmediatamente a uno le asalta la necesidad de poder hablar con ella a solas, el no saber que decir no es un inconveniente. Algo en ella es ahora distinto, a todas luces mejor. Apenas la conozco, el equivalente a las 24 horas del día durante un mes… escasamente; pero me gusta, me divierte. El encuentro queda en algo vacío, aséptico, dos pares de cervezas y dos horas de conversación a añadir al mes. En 12 horas las expectativas de uno suben rápidamente, con el pulso, con los recuerdos y los sueños... En el camino de vuelta, todo se ha desvanecido nuevamente, el realismo se torna aleccionador, los buenos recuerdos dan paso a otros menos, tristes. La mano esta perdida desde hace tiempo.


No tardaré en exceso en tomar de nuevo el camino de ida, donde quizá, una puesta de sol dorando los campos me evoque una sonrisa, una mirada o un perfume y me convenza de que aquel gesto si era lo que parecía… algún día llegaré antes de que el sol se ponga, algún día cumpliré mi expectativa, y a partir de ese día las circunstancias dejaran de ser un problema..

Atentamente

Mondratown

Lunes 17 de Noviembre de 2008

4 comentarios:

Yagoi de los bosques dijo...

Menos mal que tras el domingo, llega el lunes.

Lord C dijo...

No he entendido nada, ¿mojaste el churro?

Enrico Palazo dijo...

Maldita sea! Mojar el churro... en fin, tarde o temprano asumireis que el romanticismo esta pronto a retornar.

Atentamente

M€ dijo...

Espero haya leído mi contestación a su comentario en el blog NMDN´10. A él le remito.